Hoy me apetece un poco hablar sobre la precariedad laboral que se vive en este y muchos otros países. Si te das cuenta, desde que comenzó la pandemia, se ha hecho más evidente la existencia de contratos basura y la falta laboral que sufren muchos sectores: médico, construcción, educación, restauración y hostelería... y la lista llega a casi cualquier rincón. Durante estos casi dos años que llevamos en esta situación (aunque todavía parece que hay gente que no se ha enterado), el reto de la mayoría de personas ha sido mantener como ha podido su puesto de trabajo a refugio de los golpes con los que ha ido llegando cada nueva ola. Aunque eso significase tener que renunciar a ciertos derechos y beneficios. 🤐
A raíz de la pandemia hemos descubierto nuestra gran resiliencia, para que negarlo (incluso hemos descubierto el significado de la propia palabra) dándonos cuenta de la fuerza que tenemos para resistir los golpes de una ola tras otra. Al fin y al cabo, somos humanos, y podemos con todo lo que nos echen. Pero al mismo tiempo, también hay que decirlo, nos hemos dado cuenta qué hay cosas en nuestros trabajos que no funcionan como deberían. 🔥
Por ejemplo, la hostelería y el comercio viven con interminables jornadas abusivas y sin dos días seguidos de fiesta que les permita conciliar la vida laboral con la social/familiar (y lo digo desde la propia experiencia 😵). El sector médico se dedica a hacer malabares entre contratos basura y recortes mientras cuidan de nuestros enfermos. La educación se mata a enseñar a las nuevas generaciones entre cuarentenas y falta de docentes (y no porque no los haya, sino porque no los contratan). El sector del turismo se ha convertido en el nuevo marginado del grupo... Y qué decir de las empresas que no vemos, que se permiten el lujo de explotar a sus trabajadores porque no hay un control más exhaustivo sobre ellas.
Y por qué los gobiernos permiten esto? Tal vez sea porque tanta poca educación y sanidad les ha recortado y podrido el cerebro, qué sé yo. 🤢 O quizás es porque no estamos lo suficientemente informados y no llegamos a leer la letra pequeña de las ofertas y contratos. Te imaginas que en las ofertas a las que aplicases saliera un pequeño aviso en rojo “cuidado, posible contrato basura!”. Sería tremendo. Quizás las cosas funcionarían un poco mejor y conseguiríamos dar un buen toque de atención a algunas personas y empresas.
En mi opinión, a raíz de la pandemia, la población se siente desanimada, desmotivada por encontrar un trabajo debido a la precariedad de estos. En otros países, como EEUU, millones de trabajadores han decidido renunciar a sus trabajos debido a las condiciones en las que se encontraban, con la esperanza de lograr algo mejor. Durante la pandemia la gente estaba contenta solo por tener trabajo, pero con el tiempo, la desmotivación ha ido creciendo sin freno hasta el punto, que muchos profesionales se plantean abandonar.
Top comments (0)