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Maximiliano Burgos
Maximiliano Burgos

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El poder de las micro tareas

Por alguna razón que conozco a medias, cada número del diario de desarrollo me cuesta un poco más. El objetivo de aportar la mayor calidad posible en cada artículo y no repetirme a mi mismo se eleva con cada publicación.

Es posiblemente un sendero directo a una crisis creativa que me puede dejar sin escribir por meses. Pero detectarla es una buena señal, me permite evitarla.

Estuve leyendo varios autores americanos de Medium que sienten algo parecido. Uno de ellos hablaba de escribir por 30 días seguidos.

Encontró grandes problemas al inicio porque un artículo sale de la inspiración y la catarsis. Aún así, con el correr de los días pudo mejorar su calidad de escritura y lo convirtió en un hábito.

Me propuse hacer lo mismo, pero luego de cerrar algunos trabajos pendientes que me consumen dicho tiempo para sentarme a escribir y publicar.

El problema apareció con mis ideas. Si me lees con frecuencia, habrás notado que la mayoría de mis artículos nacen de una idea que me persigue día y noche hasta que la escribo.

Eso es genial, porque suelen ser específicas y a medida que surge un tema, conecta con el siguiente y me queda un gran monólogo lleno de teorías y corroboraciones.

El problema es cuando no llega esa idea. Sentarme y decidir por mi mismo, me lleva a pensar en mil ideas diferentes.

  • Hoy podría escribir sobre la educación, pero ¿por dónde empiezo?
  • Puede que lo mejor sean las tecnologías tendencia, pero ¿de qué área?
  • Podría ser un artículo de motivación, pero tiene que ser distinto a los demás.

Y así podría estar una tarde entera. Pierdo el foco por querer ocupar todos los temas, y estoy raspando la superficie.

Dividir las tareas grandes en cosas más pequeñas

Cuando me centro en una tarea como por ejemplo “escribir un artículo sobre opinión en sistemas”, estoy lidiando con algo gigante.

Tengo que empezar a desmenuzar mi tarea en varias micro tareas que me permitan empezar dicho trabajo. Porque sino me frustro, y pierdo el foco de lo que realmente quiero exponer. O se vuelve demasiado grande y termino cometiendo el error de entrar en el generalismo.

Entonces comienza el proceso de descomponer esa tarea, que al fin y al cabo, representa una idea en si misma. Vamos a realizar este ejercicio juntos, aplicable a cualquier aspecto de la vida diaria:

  • Escribir un artículo de opinión sobre sistemas, pero ¿qué tipo de opinión?
  • Quiero opinar sobre cómo se construye una idea, pero ¿qué enfoque debo tomar?
  • Voy a enfocarme en el esfuerzo de esa construcción, pero ¿con qué represento dicho esfuerzo?
  • Voy a hablar de la problemática de generalizar las ideas, pero ¿contra qué posible solución?
  • Quiero centrarme en el razonamiento inductivo, que habla de ir desde lo más general a lo específico, de lo más grande a lo más pequeño.

Profundizar el concepto de una idea es como desmenuzar una tarea. Si te interesa saber más acerca del razonamiento inductivo, te dejo un artículo donde hablo mucho sobre este tema, pero aclaro, está orientado plenamente al desarrollo:

Fue una tarde calurosa de verano, cuando decidí escuchar un podcast argentino mediante Spotify llamado “Nunca Ayudes a Nadie” que justamente hablaba sobre esta cuestión tan importante.

No quiero describir cada idea que plantean porque es mucho más satisfactorio escucharlos, pero sí puedo hacer hincapié en ciertos puntos que erradican desde el minuto uno.

Por ejemplo, hablan sobre la elaboración de listas y la ineficiencia inicial de las mismas. Y digo inicial porque luego de explicar cómo usarlas realmente, llegan a una conclusión similar a la de este artículo: dividir las tareas en micro tareas.

Por cierto, si necesitas una aplicación de notas, te puedo recomendar Todoist. Es gratis y se pueden gestionar tus listas desde la PC o en Android / iOS.

Todoist

El verdadero origen del Estrés

Aunque no te guste demasiado la idea, lamento decirte que el estrés es una elección propia. Si, estás abriendo Twitter o Facebook, o los comentarios de este artículo para expresar tu incomodidad ante lo que acabo de decirte.

Pero antes de que te enojes, seguí leyendo un poco más. Yo entiendo y lo vivo en carne propia. No podemos controlar el estrés, es algo que nos oxida cada minuto.

Post its

Tu exceso de trabajo o la falta del mismo, los problemas familiares, un examen que cuesta demasiado pasar. Son demasiadas las posibles razones que te generan estrés.

Sin embargo, es tu propia mente la que decide meterse en ese estado. Y como somos personas racionales, nuestro deber es encontrar el mecanismo que activó todo ese proceso.

Y el mecanismo en sí, no es la razón, sino la causa. Llegaste a un nivel de estrés porque permitiste que pasara. Y esto es bueno, porque pasamos de “algo que no tenemos control” a “algo evitable”.

La causa es muy simple: Te abrumás con las tareas. Mirás el problema en su totalidad, no lo dividís y lo tratás en partes. Entonces nuestra mente intenta resolver todo del modo más ágil posible, y no lo logra.

Entonces eso te frustra, y te demuestra que “no sos capaz de lograr eso”. Sin embargo, tenés que terminarlo porque es tu trabajo, facultad, familia. Depende puramente de vos hacerlo. Pero no podés dado que intentás resolver un problema grande sin pararte en cada parte de él.

Al tener la obligación de resolver algo y la “incapacidad” de hacerlo, generás estrés. Un estado que se mantiene en una sociedad que logró acostumbrarse a vivir de esa manera.

La forma de lograr evitar esto es dividir una tarea en pequeñas partes, como lo dije anteriormente. Al principio va a ser difícil, pero con el tiempo se va a transformar en un hábito.

Problemas al aprender algo nuevo

Cuando queremos aprender sobre un tema, en general buscamos un curso o algún libro para ello.

Por ejemplo, si querés programar web, probablemente busques un curso en Youtube o Udemy, o entres a la W3Schools, por ejemplo.

Todo empieza por la inspiración: Vemos esos grandes sitios webs de diseñadores con parallax que mueven animaciones detrás y parece que tuvieran vida propia.

Entonces decidimos que queremos hacer lo mismo. Es nuestra meta crear una web así. El problema inicial es que mucha gente busca “cómo hacer tal efecto” y empieza a estudiar o copiar código.

Claramente sin las bases, comienzan a tener agujeros conceptuales, el sitio se rompe y apenas puede mantenerse en pie. Estas personas no se centran en las micro tareas, sino que toman una gran idea y la quieren replicar a base de prueba y error.

Esto resulta en dos posibles resultados:

  • Logran tener una web similar, pero inestable.
  • No logran tener una web, se frustran y abandonan.

Como vemos, las dos son nefastas. Debemos enfocarnos en pequeños bloques de aprendizaje, componentes separados que nos ayuden a entender las cosas.

Incluso los cursos llegan a cubrir sólo una parte de este gran problema. Nos enseñan a crear una serie de sitios similares a los profesionales. Y los mejores nos enseñan las bases del desarrollo de cada lenguaje involucrado.

Aún así, estamos expuestos a cometer este error. Porque el problema en sí no es el aprendizaje (título engañoso), sino el proceso involucrado detrás.

Podrías tener unas destrezas increíbles en CSS, pero si no aprendés a dominar paletas de colores, tus sitios van a ser estéticamente incómodos de ver.

Adoptar micro tareas nos permite profundizar en las bases de todo lo que hacemos. Porque en lo más chico es donde captamos el primer error o la necesidad de aprender algo para compensar esto.

Por eso los cursos tienen módulos y unidades. Nuestra cabeza necesita separar conceptos grandes en cosas más pequeñas, para poder digerirlas y entenderlas.

Pensarlo puede resultar tedioso, y hacerlo aún más. Pero en perspectiva, te lleva mucho más tiempo intentar hacer las grandes tareas de la manera más rápida posible, fracasando e intentándolo una y otra vez.

De hecho, muchos desarrolladores se parten la cabeza intentando encontrar un error de forma global por semanas, cuando quizá segmentando el problema en varias partes, podrían hallarlo en cuestión de días y con la cabeza más tranquila.

Conclusiones

Todo se trata de perspectiva. Podés estresarte por un problema hasta el cansancio. La realidad es que el error va a seguir ahí, esperándote para ser resuelto.

Nosotros tendemos a “humanizar” todo lo que tocamos. Tu computadora no está cansada, sos vos el que está extendiendo el error a causa de tu propio cansancio.

Es importante entender que la única manera de resolver las cosas, es olvidar las emociones y centrarse en lo racional. A veces es simplemente descansar, salir a dar un paseo o charlar con alguien de trivialidades.

¡Nos vemos en el siguiente artículo!

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