Todos en algún momento de nuestra vida ciertamente para algunos más recurrente que otros, pero todos hemos sentido el temor a la incertidumbre de lo que va a pasar en alguna situación dada, ya sea hablar con esa persona que te encanta, realizar una presentación en público o pedir ese asenso que tanto deseamos. A todos nos aterra dar un paso en la incertidumbre eso es normal como seres humanos desconfiamos de lo desconocido, esto se remonta a nuestros inicios como sociedad cuando evitábamos alejarnos de nuestra cueva hacia la oscuridad o que nuestra tribu nos exiliara y con justa razón en aquellos tiempos eso era sinónimo de una muerte segura y aun cuando la sociedad evoluciono y creo tecnología para evitar estos miedos primarios nuestro subconsciente todavía tiene arraigado este tipo de miedo a la incertidumbre y en los negocios no es diferente, los riesgos son altos pero ninguno de ellos están relacionados con una muerte segura y en el mundo de la agilidad si bien no queda exento de dudas, la agilidad trata de ver la incertidumbre de otra perspectiva.
A lo largo de mi carrera debo confesar que en muchas ocasiones evite las incertidumbres y como no, si cuando uno tiene la certeza las decisiones son mas llevaderas, pero si lo vemos desde el punto de vista ágil algo que aprendí a lo largo de mi trayectoria profesional y aplicado también a mi vida personal es fallar, sí fallar es una opción pero no me mal interpreten para crecer es necesario recorrer caminos complicados pero fallar sin sentido no es lo que buscamos, lo que buscamos en esta situación es fallar y fallar rápido para aprender y retomar el sendero del éxito o mejora. Por eso cuando inicias un proyecto incierto ya sea por la complejidad o con un equipo nuevo o con integrantes poco experimentados las iteraciones de la agilidad serán tu mejor aliado tomando siempre en cuenta de que debemos aprender y mejorar continuamente ante cualquier adversidad.
Imagínemos hipotéticamente por un segundo que ningún proyecto se llevara a cabo ya que evaluamos el riesgo y decidimos no realizarlo por que existe miedo a fallar o tenemos incertidumbre de lograrlo, realmente no existiéramos como sociedad ya que toda la humanidad esta llena de proyectos que han derivado en lo que somos ahora. Es cierto que hemos desarrollado técnicas para controlar riesgos que nos dan certeza para tomar decisiones o precisión para lograr grandes objetivos, pero sin duda debemos entender que riesgos siempre existirán y debemos si bien evitarlos o mitigarlos, pero si suceden debemos enfrentarlos y aprender de ellos por eso fallar es una opción y así el aprendizaje será garantizado.
Existe una frase de Henry Miller que dice “Todo crecimiento es un salto en la oscuridad, un acto espontaneo y no premeditado sin el beneficio de la experiencia”. Este es el riesgo que como profesionales en cualquier momento deberemos de tomar, lo ideal es estar preparados en todos los entornos para lograr nuestros objetivos y creo que debe prevalecer la máxima que dice la “La victoria favorece a los que se preparan” pero no dejemos de lado que cuando se nos presenten adversidades fallemos rápido, aprendamos y crezcamos como profesionales, equipo o individuos.
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