Si tu sueño es ser desarrollador web o ya emprendiste el camino y te sientes estancado, te invito a leer la segunda parte de mi historia, con la que seguro te sentirás identificado.
En mi último post si no lo has leído te invito a que lo hagas Post Parte I, te contaba que lo primordial para comenzar en el maravilloso mundo del desarrollo web es tener claro lo que más te gusta del área. Pero ¡tranquilo!, porque si aún estás un poco confuso, siempre podrás explorar el camino hasta encontrar eso que realmente conecte contigo y tus propósitos profesionales. Así como lo hice yo. Por eso, hoy te cuento la II parte de mi historia. Seguro que te sentirás identificado y te echará una mano para que tu proceso sea mucho más liviano.
De color negro a color de rosa.
Después de esa primera decepción que tuve con la tecnología Post Parte I, el tiempo pasó y con él, mis ganas de interesarme por la misma, al menos a lo que a creación de nueva tecnología se refiere, porque eso sí, mi interés en el consumo de tales tecnologías sí seguía intacto ja ja ja.
Aunque el panorama no pintaba un color muy rosa para mí, la vida me empezó a abrir puertas y rumbacaracas.com llegó para hacer clic en mí y despertar mi interés en descubrir cómo desarrollar páginas web. ¿Por qué justo esa página?, ¿por que un portal donde se anunciaban eventos, conciertos y demás acontecimientos en la capital venezolana?
La verdad nunca lo supe a ciencia cierta. Sin embargo, como un hada madrina, Rumbacaracas llegó a concederme esa pequeña chispa e inspiración que necesitaba.
Fue en ese entonces cuando comencé a investigar sobre html, css y javascript. Pese a que me costaba entenderlos empecé a practicar haciendo páginas web y la verdad que lo disfrutaba al máximo. El que más usaba era html y algo de css.
Recuerdo que mi primera creación fue una página similar a la de Rumba Caracas, la cual bauticé rumbanocturna.com. Confieso que era horrible, no tenía estilos detallados y mucho menos interacciones, pero me dije “esto es lo que debo aprender”. Seguí practicando por algunos meses hasta que lo dejé de lado nuevamente. ¿Por qué? Por inmaduro, por no saber qué quería en mi vida y, tal vez, por miedo a transformar esa curiosidad por el universo web en mi verdadera pasión. Por miedo a hacer esa metamorfosis del color negro al color rosa.
Cambio de vida.
En esa metamorfosis fue pasando el tiempo y llegó 2017, el año en que tomé la decisión de irme de Venezuela. El destino que tenía en la cabeza era Canadá y lo aposté todo por plantarme en el país norteamericano. Tanto, que apliqué a la visa tres veces. Todos estos intentos fueron infructuosos, porque me negaron la visa.
Como Diego nunca se da por vencido, puse en mi brújula a Malta con la intención de aprender inglés, ¿aprender inglés? Sí, para realizar otro intento con Canadá. Sabía de la importancia de dominar el idioma y de las puertas que te abre el hablarlo y más en el mundo tech.
Al llegar a la isla me enamoré perdidamente de ella y el sueño cadaniense desapareció y, al mismo tiempo, mis ganas de desarrollar código web. Aprovechando el entusiasmo que tenía, comencé a buscar por YouTube tutoriales para aprender a hacer páginas web.
Todo era confuso, mucha información desordenada y nada que aportara un inicio y un fin claro hasta que descubrí a Freddy Vega, el CEO de Platzi, la plataforma de enseñanza online más importante de Latinoamérica (¡ojo!, esto no es publicidad).
Los videos de Vega bastaron para atraparme de una manera inexplicable y me enseñaron qué debía hacer y cómo comenzar. Y aunque existen un sin números de plataformas está en particular tiene algo que engancha. Y así fue, aprendí de html y css, creé mi marca personal y comencé a escribir todo lo que me sucedía a medida que iba aprendiendo y ya me ves hoy aquí escribiendo mi propia historia.
Mi propia historia…
En la actualidad, cuento con más de 20 proyectos desarrollados con herramientas y lenguajes de programación como HTML, CSS y JavaScript, y he utilizado Pug, Sass y Prepos en otros. Aunque estos proyectos no sean de gran envergadura ni tengan un gran impacto, me han proporcionado la energía necesaria para continuar con hambre de aprendizaje y de crear cosas que puedan cambiar el mundo. Cuando miro hacia atrás, puedo darme cuenta de cuánto he evolucionado y crecido a nivel profesional. A pesar de ello, sigo aprendiendo y aunque siempre me queda por aprender, recuerdo algo importante: no te compares con los demás, cada persona tiene su propio camino y su propio tiempo. Algunos pueden encontrarlo fácil, mientras que para otros puede resultar más difícil.
Quiero invitarte a que no te rindas y a que practiques diariamente o al menos en el tiempo disponible hasta que obtengas los resultados que deseas. No existe una manera correcta de empezar, simplemente debes dar el primer paso y cuanto antes lo hagas, mejor. Yo me apoyo mucho en mi valor principal: #HazQueSuceda y formo parte de una comunidad que busca cambiar el mundo. Te animo a que formes parte de las personas que crean tecnología, a que te conviertas en la persona que siempre has querido ser y a que llegues a ser la mejor versión de ti mismo.
Si te has identificado con mi historia o si tienes una experiencia completamente diferente, te invito a que la compartas conmigo. Podemos intercambiar anécdotas e impresiones, y estoy segura de que muchas personas estarán interesadas en conocer tu experiencia.
¡Sigue adelante y no pierdas la motivación!
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